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miércoles, 17 de julio de 2013

Las sábanas huelen al abuelo


Las sábanas huelen al abuelo

     En mi inventario de vida no he cometido ninguna fechoría… Sí aseguro que he ofendido con palabras y con actos a mujeres y a hombres, y asimismo he caído en tantas equivocaciones y hasta he reincidido en los mismos errores, incluso perdí la cuenta de imprevisiones e imprudencias que pudieron poner en riesgo mi existencia, solo Dios sabe cómo estoy escribiendo con salud física a mi edad, también aseguro que tantas veces de las que me equivoqué, después me prometí enmendarme, y me fue duro reaccionar, pero aquí estoy siguiendo el buen camino de amor…
     Ahora le doy sentido de vida a cada cosa que se manifiesta frente a mí, donde estoy, observo y me dejo sorprender por los más pequeños detalles, una hoja que se desprende y pienso que empezará a descomponerse para dar paso a nuevas criaturas, si converso con hombre o mujer, escucho la música viva de sus palabras, me río de los cuentos que me dicen, y si llueve, miro cómo va llegando y aspiro su olor y frescura… A los niños los miro jugar, a veces se caen y vuelven a levantarse, algunos lloran, otros corren, saltan, gritan, y si se trata de mis nietos, los recibo, cuando me buscan, los dejo vivir sus momentos, y hasta huelen mis sábanas, se cubren con ellas, y dicen que huelen al abuelo, yo nada digo, me sonrío en silencio, y me deleito con los regalos puros de su inocencia infantil…
     Desde cuando empecé a ir a la escuela, me gustó, me gradué, trabajo de docente y no sé cuánto conocimiento teórico he aprendido, pero sé que la condición de ser humano supera todo nivel de conocimientos escolásticos y enciclopédicos, y entonces me dejo llevar por los llamados de donde me necesitan, y acudo y busco dar lo mejor de mí, y mientras siguen pasando días y noches, pienso y siento por todas las cosas feas que he ido dejando en el olvido, y doy gracias a Dios, y que guíe mis pasos por su senda, clara en ocasiones y misteriosa tantas veces, que no logramos descifrarla, pero como es bueno en amor, cuando nos creemos perdidos, nos ilumina el camino…