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viernes, 19 de junio de 2015

Jesús 11

Jesús                    11

      Como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre… El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos… Verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo, con gran poder y grande majestad… Enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus elegidos de los cuatro vientos… El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán… Sin embargo, nadie sabe la hora, ni aun los ángeles del cielo, sino mi Padre solamente… Por tanto estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no la piensan… Como fue en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre; así estarán dos hombres en el campo, uno será llevado, y el otro dejado… Dos mujeres estarán moliendo en un molino, una será llevada, y la otra dejada…
      Cuando Jesús estaba en Betania, en casa de Simón el leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro con un perfume de mucho precio, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Al ver esto sus discípulos se enojaron y dijeron ¿Para qué ese desperdicio? Jesús se dio cuenta y les dijo ¿Por qué molestan a esta mujer? Si ha hecho buena obra conmigo, porque a los pobres los tendrán siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre; al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella lo hizo para prepararme para la sepultura…

      Entonces Judas Iscariote fue a los principales sacerdotes, y les preguntó ¿Qué me dan, si les entrego a Jesús? Y ellos le entregaron treinta monedas de plata. Desde entonces Judas buscaba una ocasión para entregarlo…