Grave falta de amor
Son tantas las
formas de lenguaje, el pintor elige cómo dar su mensaje, el escultor,
arquitecto, músico, orador o escritor, en fin cada creador busca su mejor
lenguaje para comunicar su visión de mundo… Y algunas veces optamos por no
expresar a viva voz o por escrito nuestros pensamientos y sentimientos, porque
previamente llegamos a determinadas conclusiones, y lo que digamos o escribamos
a alguien, para saber si es bien comprendido, aceptado o no es diciéndolo o
escribiéndolo… Si lo que decimos o escribimos responde a pensamientos y
sentimientos sinceros y bien expresados, seguramente va a tener buena
receptividad…
Nosotros los que tenemos el don de hablar
y el dominio de la escritura, no nos hemos detenido a pensar cuánto quisieran
hablar aquellas personas que nacieron sin el don de la palabra, y también
cuánto añoran leer y escribir las personas, que no pudieron o no han logrado
aprender a leer y a escribir, y nosotros que sí hablamos y escribimos, entonces
concluimos a priori callar o no escribir a alguien, porque pensamos que no nos
va a entender, o que no le va a importar, o porque quizás ha olvidado detalles
que juntos vivimos…
A mí me gusta que me hablen, me informen y
me comuniquen, porque considero que la única tontería es la que no decimos o
escribimos… Me siento frente a la computadora a escribir, suelto mis mensajes,
que son hasta ahora mi forma de comprender el camino de vida, y es muy probable
que me equivoque mucho, pero aun así es útil, para que la persona que los lea,
reflexione y elija con claridad y en libertad sus propios derroteros…
Cuando esto escribo, pienso en las veces
que no he querido o he sabido decir cosas, que debí expresar o escribir, cada
vez que me acuerdo de mi omisión, me arrepiento en silencio, hoy lo escribo, y
con esto aprendo, para no volver a cometer tal equivocación de soberbia,
negligencia o tan grave falta de amor…