Enero
Enero (Ianuarius, en latín significa: el
que abre la puerta), este mes le da entrada al nuevo año… Cada 25 de diciembre
los católicos cristianos celebramos Navidad, con la cual se da inicio a la Pascua , el paso a cada nacimiento interno en el amor de Cristo… En
enero comenzamos a tejer otro camino de 365 días, excepto en año bisiesto,
cuando añadimos un día más a la hermosa oportunidad para renacer en el amor… Y
el amor no necesita ningún adjetivo, porque amor es sabernos comprender y saber
comprender a los demás. Amor es escuchar y saber orientar, no hay espacio para
juzgar al prójimo, porque cada ser humano debe asumir conciencia con la verdad…
Navidad y Pascua es saber entrar por la puerta de las palabras y acciones
buenas en el convivir cotidiano… Dios quiera y seamos padres y madres, hijos y
prójimos con el mejor sentido humano… Elevemos plegarias para que nos
abstengamos de desearle mal a nadie y menos aún de producirle mal al prójimo…
Con el Padre Nuestro oramos: “Dios líbranos del mal”, con lo cual debemos
entender que esa idea significa que nos libre de hacer mal y a la vez nos
proteja del mal que alguien nos quiera hacer… Entremos por la puerta que nos
abre enero, para procurar ser mejores en bondad, segundo tras segundo, palabra
tras palabra, y hecho tras hecho, sin que perdamos la idea de que somos
esencialmente seres humanos…