En mi llano
En mi llano
encontramos tantos
gustos diversos,
llaneros que
enlazan potros cerreros,
mujeres que a la
faena no le sacan el pecho;
en mi llano
miramos esteros
secos
por las
inclemencias del secano,
encontramos reses
muertas
sobre el suelo
pelado;
en mi llano
caminamos con el
sol de los venados,
en esas horas de
atardecer temprano,
olemos fragancias
de mastranto
o perfumes de
espinitos floreados;
en mi llano
miramos esteros
anegados,
qué sabroso andar
embarcado
en una canoa y con
ojo avizor
por la cachama,
guabina o el temblador;
en mi llano
también hay tiempo
para el descanso,
se descansa
sabroso en chinchorro
y se bebe sabroso
en camaza,
hay momentos para
rasgar el cuatro
para acompañar las
maracas y el arpa,
hay instantes para
mirar el vuelo de guacharacas
y para ofrendar
flores con la guitarra;
en mi llano
se come sabroso de
cocina o de fogón,
cachapa, paloapique,
dulce de lechosa,
cómo se come
sabroso,
amigos, que nos
escuchan,
amigos, que nos
saludan;
en mi llano
se baila pasaje o
joropo,
se baila
escobillao o zapatiao,
qué sabroso,
cómo revienta el
arpa,
cómo se escucha la
canta,
sea hombre o mujer
frente al arpa;
en mi llano
no escondemos el
miedo,
andamos con él en
el cuerpo
y lo vencemos a
campo abierto;
en mi llano
florece la bora
y florece la
clavellina
y cómo florece el
alma
con acordes del
bordón y de la prima.
Adelfo Morillo
