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viernes, 30 de diciembre de 2016

Elevo a Dios este canto


Elevo a Dios este canto

       Ayer en la tarde cayó una ligera lluviecita, pienso que fue una bendición de Dios por víspera de Navidad; en esta Nochebuena escuchamos algunas canciones de pueblo, sobre todo de Billo Frómeta, y aguinaldos venezolanos dedicados a la Natividad, de Jesús; fue sábado,  sabath, en lengua hebrea, descansar; y de aquí la tomó la lengua latina sabbatum.
       Hoy domingo Dominus dies, en lengua latina, día del Señor, y día de Navidad, Natividad, en lengua latina Nativitas, nacimiento; y este nacimiento es el que celebramos hoy, el nacimiento de Jesús; y Él nació y se hizo hombre para llamarnos a nacer con Él a una vida en palabras y en hechos de amor, y el amor se corresponde con cada manifestación de bondad que demos cada uno de nosotros, hombres y mujeres de este mundo carente sobre todo de amor; alguien puede decir que esa tarea es súper difícil, y así es, si fuera fácil, Jesús no hubiera dado su vida en la cruz por nosotros; reconozcamos que somos pecadores, que hacemos el mal en palabras, en pensamientos, en obras y en omisiones; cuando juramos, hacemos mal, recordemos que Jesús nos dejó dicho que solo basta con que digamos sí o digamos no, una de estas palabras es valor suficiente como moneda de vida cotidiana; cuando pronunciamos groserías, hacemos mal, igual cuando mentimos o hacemos burlas a alguien; cuando pensamos maldades a otros; cuando somos mezquinos; cuando omitimos ayudas que podemos dar; sí, es súper difícil no juzgar a los demás, no criticar o censurar la manera de vivir del prójimo; mas es vida de amor y comprensión la que debemos intentar llevar adelante en cada momento, en cada lugar y en cada circunstancia.
       Yo no soy el hombre de ayer, porque cada día cambio mi manera de ser, y siempre con la idea de comportarme mejor, y para ello cada vez más aprendo a perdonar, evito caer en tentaciones, y trato de líbrarme de cada manifestación del mal y busco no hacer mal a ninguno de mis semejantes; soy pecador, sé que sigo haciendo el mal, y este es mi mayor enemigo; mas tengo la fortaleza de saber que Navidad es los momentos de cada día para volver a nacer en el camino de Jesús, intento no perder esa senda, sé que solo así sigo la verdad que conduce a la vida en espíritu, que está más allá de la efímera existencia carnal.
       Por la Navidad de cada día que nos haga nacer en el amor de Jesucristo,

Elevo a Dios este canto

       Dios santo, alumbra aquel sitio más apartado y olvidado,
       en donde vive la gente más pobre;
       alumbra a aquellos que no han encontrado la fe,
       y a los que han perdido la fe;
       alumbra en el corazón de hombres y mujeres de este mundo,
       para que en ellos reine el amor;
       alumbra para que seamos niños de la más pura y tierna infancia,
       para que brindemos alegría, fe y candor;
       alumbra, Dios santo, cada oscurana que existe
       en tanta gente de este mundo,
       para que haya albas radiantes de amor, de fe y de bondad,
       en nuestros pensamientos, palabras y acciones,    
       y así podamos hacer de este mundo terrenal,
       Dios santo, tu mundo celestial de vida eterna
         Adelfo Morillo