El inconcluso aprendizaje de la lengua castellana por más de cinco
sentidos
La instrucción pública, artículo publicado por Simón Rodríguez en 1825; véase Selección de
documentos, en Biblioteca Familiar.
Gramática castellana para el uso de los
americanos, escrita por Andrés Bello, y publicada por vez primera en 1847.
Diccionario matriz de la lengua castellana,
Madrid, 1850; Diccionario de galicismos,
o sea de las voces, locuciones y frases de la lengua francesa que se han
introducido en el habla castellana moderna, con el juicio crítico de las que
deben adoptarse, y la equivalencia castiza de las que no se hablen en este caso,
Madrid, 1855; ambas escritas por Rafael María Baralt.
Cosas sabidas y cosas por saberse, Caracas, 1856, ensayo escrito por
Cecilio Acosta.
Observaciones sobre el caribe hablado en los llanos de Barcelona, Caracas, 1919; Glosario de voces indígenas de Venezuela, Caracas, 1921; Glosario del bajo castellano en Venezuela,
Carcas, 1929; escritas por Lisandro Alvarado.
Literaturas indígenas de Venezuela,
Caracas, 1971-1983, escrita por Fray Cesáreo de Armellada y Carmela Bentivenga
de Napolitano
Los
conquistadores y su lengua, Caracas, 1977; Buenas y malas palabras, cuatro tomos, Madrid, 1978;
ambas escritas por Ángel Rosenblat.
Con la lengua, cuatro tomos, Valencia,
Venezuela, 1987-1988, escritos por Alexis Márquez Rodríguez.
Realidad y literatura, Caracas, 1979; En torno al lenguaje, Caracas, 1985;
ambas escritas por Rafael Cadenas.
Diccionario de venezolanismos, dos
tomos, Caracas, 1983; dirigidos por María Josefina Tejera.
Apuntes castellanos, Ortografía, Mérida,
Venezuela, 1985; Anotaciones castellanas,
Morfología, sintaxis, Mérida, Venezuela, 1987; Lengua castellana, Ortografía, morfología, sintaxis, semántica, Villa de Cura, 2007, Andanzas
por nuestro idioma, en calabozotierradedios.blogspot.com;
escritas por Adelfo Morillo.
Una
historia acerca de la enseñanza de la lengua castellana en Venezuela no existe;
solo podemos leer a los autores que han escrito acerca de la lengua castellana
en Venezuela y de sus obras entresacamos líneas filósoficas, metodológicas,
andropedagógicas y didácticas de cómo se debe orientar el aprecio, gusto y
aprendizaje de nuestra lengua castellana; y es así como empleamos la Ortología, para intentar hablar con justa
y acertada corrección en la pronunciación; acudimos a la Ortografía, para tratar de no incurrir en faltas, cuando
escribimos, así sea en los mensajes de texto en cada uno de las diferentes
modalidades de las redes sociales; tenemos presente la Morfología, para conocer cada una de las partes de la estructura castellana
en la conversación y en la escritura; hacemos uso de la Sintaxis, para adecuar las formas a sus correspondencias de
concordancias funcionales; en cada momento y espacio, cuando hablamos y
escribimos, tenemos presente la Semántica,
para emplear cada palabra según su exacta significación; la Lingüística es para
estudiar con absoluta libertad la vida de una lengua, en nuestro caso de la
lengua castellana; y la Literatura es
el alma de la lengua, para estudiar cada uno de los aspectos formales e
informales del idioma, y para ello como una de tantas estrategias nos apoyamos
en el universo ilimitado de las producciones literarias; y asimismo quizás
debamos iniciar el aprecio, gusto y aprendizaje de la lengua castellana, por lo
más vivo que se da en la forma de hablar natural y espontánea de la gente en su
convivir cotidiano, y una de esas formas es la canción, porque la letra de cada
canción es una poesía a la alegría, al dolor físico o espiritual, a las
vicisitudes o a los éxitos particulares o colectivos.
Adelfo Morillo