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miércoles, 5 de marzo de 2014

Buenos momentos de hace casi un año



Buenos momentos de hace casi un año

     Eran casi las dos de la mañana del viernes quince de marzo del año pasado, cuando yo cumplía sesenta y un años, y llegaron al portón del garaje de la casa tres de mis doce hijos, Adrián, Catalina, los dos mayores, y María la menor de mi         primer matrimonio, mi hijo Fabio abrió el portón, y entraron a la casa, ya me había   levantado y se vinieron de Caracas sin decirme nada, para darme la sorpresa… En la tarde nos fuimos al negocio de mi sobrino José Alexander a tomarnos unas cervezas, después llegaron mi hermana Pina, y los sobrinos Douglas, Wismar, Roland, José Alberto, Douglas Eduardo y Martha con el marido Javier y la pequeña hija Andreína…
     En un momento Adrián y Catalina salieron a comprar una tarjeta telefónica, y al rato llegaron con una torta, la compraron en una panadería y la decoraron con la manga repostera que ahí le prestaron, Catalina le escribió ¡Feliz cumpleaños..! Viejo. Y cantaron Cumpleaños feliz, recuerdo que la luna llena nos iluminaba por encima de la sombra dibujada de unos grandes mangos, y la brisa que apagaba la luz de la vela…
     Y también en otro momento ya Catalina me había dicho que ella y María se iban para Dublín, que ya habían comprado pasaje para el primero de mayo, respiré profundo y les dije que solo les deseaba lo mejor, que allá les fuera bien y que se cuidaran mucho… 
      Ya va a ser un año de ese día, y hoy todavía Adrián está visitando en San Cristóbal a su mujer y al hijo Adrián Eduardo y también a Ilva, la mamá, y a Adelfo Antonio, a José Rafael y su mujer Blanca,  sus hermanos y cuñada , y hoy sale en avión  para Caracas, para seguir con su Especialidad en Traumatología, y Catalina y María siguen en Dublín, de allá me ha llamado Catalina, y me dice que están bien, que no me angustie, y sí, no me angustio, disipo cualquier instante de dudas, y me concentro en que estén bien en cada momento y lugar, y en que les vaya bien y se sientan bien…