Andanza por nuestro
idioma 16
En este descanso nos detuvimos a pensar en
muchacho, muchacha, y recordamos que Joan Corominas, en su Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico, nos dice Muchacho
proviene del antiguo vocablo mochacho, y este probablemente derive de mocho, en
el sentido de “esquilado”, “rapado”, por la vieja costumbre de que los niños y
jóvenes llevaban el pelo corto, y filológicamente la primera documentación del
vocablo muchacho se registra en el año 1251, en la obra Calila…
Muchacho, muchacha mantiene su uso y su
significación de niño, niña o joven en los momentos actuales, tanto es así que
hasta en campañas políticas aparece en el discurso este vocablo, y en políticas
de acción social se escucha acerca de la
construcción de la ciudad de los
muchachos…
También nos encontramos con que los
padres, y sobre todo las madres utilizan la palabra muchacho, muchacha para
referirse a los hijos y a las hijas, aun cuando ya estén con bastantes años
encima, los varones con hogar y con hijos, y las hembras también con hogar y con hijos…
Nos ocupa la idea que remonta a los años
sesenta, cuando yo era un muchacho, recuerdo que para ese tiempo había en
Calabozo cinco salas de cine Tropical, Lazo Martí, Guárico, Adriático,
Páez; y no olvido que en la entrada de estos cines cambiábamos suplementos,
y podía ser Tarzán por Superman; Tawa por Memín; Red Rider por Linterna Verde; Mujer
Maravilla por Santo el Enmascarado de
Plata; el Llanero Solitario por Blue
Demon; el Látigo Negro por Far West; Batman por Vidas Ejemplares,
y tantos otros trueques en el amplio etcétera de suplementos o historietas…
Y cuando estábamos ahí en la entrada del
cine, antes de pasar a la sala donde proyectaban la película, preguntábamos ¿Quién era el muchacho de la película? Porque en ese entonces, en las películas,
sobre todo en las vaqueras, el muchacho era el que se las sabía todas,
era el más rápido con las pistolas, el más recio con los puños, el que se
quedaba con la mujer más linda de la pantalla, y algunos hasta tocaban
guitarra, o armónica y hasta cantaba; el muchacho
era el héroe sin par, y como signo característico el muchacho tampoco moría en la película…