Andanza por nuestro idioma 147
Del latín clarus, claro, y obscurus,
obscuro, oscuro, formamos la palabra claroscuro, para significar estados
físicos donde hay luces y sombras, y también son abstracciones psicológicas que
llevan a la persona a asumir su interioridad de forma amable, en medio de los
vaivenes alegres y tristes de su cotidiano convivir… En esta mañana fresca y de
nubes como anunciadoras de lluvias, escribo y suelto mi
Claroscuro
Estuve regando las plantas…
Ya eran
más de las cuatro de la tarde,
y cómo volaba
y se sentía el fuerte olor a resolana;
y me detuve a mirar el claroscuro
que formaban
el sol y las sombras
sobre el
suelo y entre las matas…
Poco antes
habían cantado unos azulejos,
y varios
canarios,
de esos que
aquí en Calabozo
se les dice
arroceros,
y también se
había posado un turpial
y una torcaza
grande reinaba
sobre la rama
de un ciruelo…
Y pensaba en mis hijos,
y también
pensaba
en
cuando no nos nace amor por alguien,
es algo
insufrible…
No le
hablamos,
no nos acercamos,
no florecemos
en sonrisas,
ni los
ojos nos despiden alegres destellos…
Y seguí
regando las matas,
mientras el
sol iba declinando,
y también pensé y
siento
cuán sabroso es prodigar amor,
el tiempo se
nos acorta
y todo es
color de rosa…
Adelfo Morillo