Andanza por nuestro
idioma 73
Hay cosas inexplicables como los milagros
y la fe… Desde cuando nacemos empezamos a llevar una vida de riesgos,
enfermedades, agresiones, accidentes mentales o corporales, agresiones
violentas y toda clase de manifestaciones de la maldad, pero cuando la fe vive
en la persona es como si estuviera protegida por una invisible capa, del latín cappa, que es capaz de vencer cualquier
signo de percance, accidente o maldad… Confieso que yo tengo mis temores y
tantas veces me hacen flaquear y me doy cuenta de que mi fe no es
suficientemente fuerte, y entonces acudo a Dios, a Jesucristo y al Espíritu
Santo para que acrecienten mi fe… El rey sabio Salomón escribió que todo ser
humano debe disfrutar de lo que come y bebe del producto de su trabajo, y que
todo lo demás es vanidad; y Jesucristo vive llamándonos al amor, a la alegría y
a la paz… Y si fuéramos creyentes, nos bastaría para que en nosotros reinara la
fe… Como escribí más arriba la fe es como una capa invisible que libra de todo
mal, la fe es un sobrentendido en el Padre
Nuestro, ¿y entonces por qué gentes como yo no hemos terminado de abrevar
en aguas de fe? Ruego a Dios para que aumente mi fe y la de tanta gente como
yo, y que no haya cabida para la duda en ningún momento, solo así venceremos
los miedos, porque este mundo necesita seres humanos plenos de fe y amor, y así
podamos superar las tantas manifestaciones de maldad… Hoy es viernes, y los
latinos dedicaron este día a Venus, diosa del amor, pero con significado del
amor corporal, pero ahora queremos que sea por el amor cristiano, que se basa
en bondad, comprensión y alegría de alma…
A mis hijos donde cada uno de ellos,
varones y hembras, se encuentren los siento a mi lado, gracias al vehículo más
veloz que es el pensamiento, y me llego hasta ellos y ellas y ruego también
porque la capa invisible de la fe los proteja en todo lugar y momento, y sí,
mis ideas y mi amor atraviesan mares, cielos y océanos y me coloco al lado de
ellos con alegría de diamante…
Sé que con la fe podemos atajar y domar
las angustias de las diversas calamidades cotidianas, por tanto familiares,
amigos, conocidos y desconocidos lleguemos a encontrarnos con la fe, y que su
capa invisible nos salve y nos dé sonrisas y optimismo, para agradecer por
nuestras vidas y por las infinitas manifestaciones de bondad, belleza, y amor
que nos da Dios…