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domingo, 4 de mayo de 2014

Andanza por nuestro idioma 23




Andanza por nuestro idioma               23

     Los venezolanos sabemos por lo general hacer las cosas bien, nos tomamos los asuntos en serio, y esto lo vemos en los oficios que desempeñamos, en las diversas profesiones, como artistas, deportistas y asimismo los estudiantes, pero también nos gusta combinar las labores por más serias que sean con el bochinche, la mamadera de gallo, el relajo, los chistes, y todo tipo de buen humor; y en este punto me dediqué a buscar el origen de la palabra bochinche, y no la localicé por ningún lado; pero en mis recuerdos estudiantiles de primaria y bachillerato y en mis lecturas de nuestra historia patria, recuerdo que fue una madrugada, después de la Capitulación de Francisco de Miranda en el año 1812 ante Domingo Monteverde, y este por no cumplir con los acuerdos expresados en el documento, por tal motivo un grupo de patriotas apresaron a Francisco de Miranda, y este ante lo intempestivo de la hora, reaccionó ante este hecho diciendo ¡Bochinche, bochinche, esta gente es tan amiga de un bochinche…!
     Ante mi asombro de no encontrar pista acerca de la palabra bochinche, me dejo caminar hasta mis tiempos todavía de infancia aquí en Calabozo, cuando en compañía de dos de mis primos hermanos nos las pasábamos en un constante bochinche, en mi casa, en la casa de mi tía, en las calles, en el patio de la escuela, en cualquier sitio y momento, y el marido de mi tía usaba una palabra más extraña todavía, para referirse a nuestro permanente bochinche, él nos decía que dejáramos el corrincho, que nos la pasábamos en un sola corrinchadera, que si no nos cansábamos de corrinchar, y ahora cuando estoy escribiendo, siento que debe tener esencia de corredera y correr…
     En esta andanza por las palabras persigo brindar especificaciones precisas, pero en un tono ameno y con exposiciones sencillas, porque por muy serio que nos parezca a veces el estudio de nuestro idioma, lo podemos matizar de párrafos con colores y sustancias de nuestra cotidianidad…