Andanza por nuestro idioma 146
A la chilena Lucila Godoy Alcayaga se le
conoce por el pseudónimo de escritora mundial Gabriela Mistral, y también al
chileno Neptalí Reyes Basoalto lo conocemos en su estatura de escritor mundial por
Pablo Neruda, al barón Friedrich Leopold von Hardenberg en el mundo literario
lo conocemos por Novalis; a Alfredo Sánchez Luna lo conocemos de tenor insigne
y mundial con el pseudónimo de Alfredo Sadel…
En
el mundo animal le damos al insecto ciempiés ese pseudónimo, en la repostería
le damos el falso nombre de milhojas a un dulce muy delicado y exquisito, y en
el mundo de la mitología griega, donde nada asombra, se le dice hecatónquiro al
monstruo de cincuenta cabezas y de cien brazos, del griego heca, cien, y jeir, brazo,
mano…
Pseudónimo, del griego pseydés, falso, y ónoma, nombre; en las creencias religiosas decimos de no tomar el
nombre de Dios en falso; recordemos que según los evangelistas Jesucristo dijo No jures en falso en nombre de Dios, que te baste decir sí a lo que es según la
verdad, y el decir no a lo que es mentira…
En estos días me comentaba un vecino ¿Por qué le dirán salao a ese árbol que es
tan bonito..? Y yo le respondí con mi opinión de que le dicen salado,
porque, según, donde ese árbol nace, ahí es un sitio acuífero, y se da en
sitios de aguas manadoras y abundosas, y de ahí el nombre de salado, porque se
dice que absorbe bastante agua, y por lo demás también le dije que a mí me
gusta mirar la frondosidad y verdor del salado, y más aun cuando está cubierto
de esas flores amarillo oro…
En cambio el pájaro cristofué lleva en sí
un oxímoron, porque ese es el nombre que lo hace real y visible ante las demás
aves, pero a la vez le dieron el pseudónimo de cristofué, porque Jesucristo no
fue, sino es y será a través de los tiempos infinitos…