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viernes, 16 de mayo de 2014

Andanza por nuestro idioma 37



Andanza por nuestro idioma            37

     En días de carnaval, llegamos a la escuela, donde estudié primaria, y me llegaron recuerdos de aquellos tiempos de carnaval, palabra tomada del italiano carnevale, y esta proviene del antiguo latín carnem levare, quitar la carne; otra palabra sinónima es carnestolendas formada de las palabras latinas carnis, carne y tollendus, quitar… En los pueblos latinos antes de Jesucristo eran fiestas en las que participaban gobernantes, ciudadanos y esclavos, y en ellas se permitía toda clase de prácticas carnales entre hombres y mujeres sin ningún tipo de norma por la decencia…
     Después de Jesucristo los católicos consumimos carne hasta esos días de carnaval, incluso se suspenden las relaciones carnales entre las parejas de hombres y mujeres, a partir del miércoles de ceniza, cuando comenzamos la cuaresma, del latín quadragesima, y son los cuarenta y seis días hasta la fiesta de Resurrección de Jesucristo… Y en ese tiempo de cuaresma además de abstenernos de tener encuentros carnales, también debemos tomar días de ayuno, en recuerdo y buena práctica de correspondencia a los días de ayuno de Jesús…
     Nosotros los católicos hoy en día debemos hablar y mostrar actitudes de amor en cada momento y lugar, y el amor nos lleva a rehuir las discusiones agresivas, porque la violencia existe, y cuando podamos intervenir, debemos hacerlo con reales intenciones por la paz; el amor no es cobarde, al contrario es valiente, porque se mantiene inamovible ante cualquier manifestación de injusticia, de segregación o de imposición…
     Yo me equivoco cada día, y reflexiono apenas reconozco el error, y procuro no volver a equivocarme ante una situación similar, entiendo que voy a seguir equivocándome, pero en otras situaciones diferentes…
     Tú, amable lector o lectora, no creas que yo soy uno de esos seres humanos intachables, no, soy un hombre que desde cuando abro los ojos en la mañana, sé que ya eso es un milagro, y agradezco a Dios, y cuando me dispongo a dormir cada noche, lo hago, porque tengo fe de que al día siguiente voy a recibir nuevamente el milagro de volver a abrir los ojos, y entonces cada mañana me dispongo a cumplir con mis afanes del día, y buscando administrar la mínima cantidad de errores con la gente en los distintos entornos de convivencia humana,  aun en euforias de carnaval y siempre…