Andanza por nuestro
idioma 69
Guan Moye nació en 1955 en Gaomi, provincia
de Shandong, China; ha escrito las novelas Densa
lluvia en la noche primaveral, Sorgo
rojo, Las baladas del ajo, La república del vino, Grandes pechos, amplias caderas, La vida y la muerte me están desgastando
o Rana; y el 11 de octubre de 2012 la Academia Sueca le concede el
Nobel de Literatura; pero sus obras las publica Guan Moye con el pseudónimo Mo
Yan, que significa no hables, y en
esta oportunidad voy a referirme al título de su novela Cambios, donde Mo Yan nos narra y describe diversas situaciones
políticas, económicas, sociales y personales y nos pone de manifiesto las
distintas maneras de ir percibiendo cambios en los aspectos señalados; pero
quiero tomar la idea del título Cambios
para señalar, por ejemplo, que a veces algunos estudiantes me dicen ¡Profesor, no cambie..!
Y yo les hago la aclaratoria de que al contrario
deben decirme que cambie para ser mejor… Yo intento desempeñarme bien en mi
profesión de docente, y a cada momento busco cambiar para hacer mejor las cosas
en esta labor que es bien exigente… Y es porque en el mundo cada cosa y cada
ser permanente y continuamente estamos cambiando… Los recién nacidos van
cambiando segundo tras segundo, cada ser vivo se renueva o envejece, el tiempo
cambia, pasa y no se detiene, el espacio se está modificando o lo cambiamos,
pasamos de seres vivos a cosas inertes, cadáveres que se transforman en tantas
nuevas vidas, dormimos y despertamos, enfermamos, mejoramos o morimos,
olvidamos y recordamos, cuántos cambios de día o de noche, nuestras perspectivas
tienen matices diferentes, según estemos a la luz del día o bajo las penumbras
de las noches sin luna o con luna… Y cuando comprendemos la esencia de amor,
entonces empezamos a cambiar con mas determinación, porque en nuestro planeta
lo que más nos hace falta son manifestaciones y dones de amor, sabemos que
elegimos el camino del bien, pero siempre podemos darnos y dar mucho más… Dios
nos dé inteligencia, amor y comprensión para seguir cambiando equivocaciones
por aciertos, para que no andemos juzgando a los demás, sino comprendiéndolos
en sus maneras de ser diferentes en sus individualidades; y así como nos
cambiamos de vestimenta, para llegar a la verdad todos necesitamos cambiar sin
miedos, y nos daremos cuenta de que el amor nos regala alegría y paz en cada
lugar y momento…