Andanza por nuestro
idioma 46
Hoy miércoles, día de Mercurio, Mercuri dies, día de Mercurio, dios de
los comerciantes y de los viajeros en mitología latina, anduve buscando café en
los abastos, y finalmente conseguí en una bodega en el barrio San José o Dinamitas… Andrés Bello en la Silva a la agricultura de la zona
tórrida, en uno de sus versos nombra al café, arbusto sabeo, originario de Saba, antigua ciudad de Arabia, en
Yemen, y cuya reina rica y muy hermosa visitó al rey Salomón, atraída por su
fama de poder, riqueza y sabiduría…
Y es porque desde hacía varios días no
había encontrado café en los abastos, y hoy extrañaba tanto el dulceamargo
sabor del café, y también desde hace más de un mes no he encontrado azúcar en
los abastos, y para nuestra mejor salud estoy comprando panela para endulzar
esta bebida divina en sabor y olor…
Una mañana cuando estudiaba en el liceo,
escuché que en una emisora daban una noticia sucedida en la avenida los
Guarataros, y desde ese día comencé a decirle a mi mamá Catalina para referirme
al guarapo … ¡Mamá, dame mi guarataro..!, y no me entendió, y yo le
aclaré que era el guarapo, y a partir de ese entonces siempre le pedía el
guarapo de esa forma, y ella se molestaba, pero me di cuenta de que le causaba
gracia, y cuando me lo daba, me decía…, ¡Aquí
está tu guarataro..!
Aquí en Calabozo y en el llano bebemos
café tinto, café doble, café cerrero o sin azúcar, panela o papelón, al café
claro le decimos, guarapo o guayoyo, y yo en particular le decía a mi mamá que
me diera mi guarataro…
En Medicina se dice que el café es un
estimulante intelectual, y antes de sentarme a escribir estas líneas, me tomé
mi guarataro, de tal forma que si escribo algo con más ingenio de lo común, doy
gracias a África y a los africanos por brindarme también a mí, como a tanta
gente en el mundo, esta planta, el cafeto, del que hacemos una infusión tan
grata a nuestros sentidos y sobre todo al gusto y al olfato…