Andanza por nuestro idioma 170
Pecador, pecadora
Yo
pecador es una confesión de fe, una ventana a la filosofía, y esencia de
poesía… El hombre o la mujer cantan a la vida, a la naturaleza, a la
literatura, a la luz y a los astros…
Pecador, pecadora, del latín peccator, la persona que peca y se falta
a sí misma, y se salva con la confesión sincera, con el arrepentimiento, para
no volver a faltar, para no volver a cometer ese pecado; y como cada uno de
nosotros seguirá faltando y pecando, pero en otras equivocaciones diferentes a
esa que está confesando y de que se está arrepintiendo…
Yo me confieso pecador, procuro cometer
las menos faltas posibles, y con cada amanecer oriento mis ideas por
intenciones de amor y bondad en cada sitio y en cada momento…
En esta mañana de domingo estuve hojeando,
y leyendo el cuadernillo de poesías Yo
pecador, escrito por Arturo Álvarez D’ Armas, que tuvo la gentileza de
enviármelo con su esposa, Lesbia, y ella en una mañana frente a la sede de la
Universidad Rómulo Gallegos de forma
muy cordial me hizo llegar tal don; y quiero ofrecer a ustedes, amigos, la
poesía que aparece en la página 15, edición de Viento del Sur Editores,
Editorial La Espada Rota, Colección Letras al Viento
Mi vida es un rocío
suspendido entre
hojas de árboles.
Al igual que Ulises
en la orilla del
río
veo la bora como
sirena sumergida
lluvia espesa
aguas cambiantes
en su rugir
corren sin cesar
iluminado por la
luna
voy protegido por
mis libros
mientras el agua
se desplaza hacia
el infinito.