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domingo, 5 de octubre de 2014

Andanza por nuestro idioma 170



Andanza por nuestro idioma     170

Pecador, pecadora

     Yo pecador es una confesión de fe, una ventana a la filosofía, y esencia de poesía… El hombre o la mujer cantan a la vida, a la naturaleza, a la literatura, a la luz y a los astros…
     Pecador, pecadora, del latín peccator, la persona que peca y se falta a sí misma, y se salva con la confesión sincera, con el arrepentimiento, para no volver a faltar, para no volver a cometer ese pecado; y como cada uno de nosotros seguirá faltando y pecando, pero en otras equivocaciones diferentes a esa que está confesando y de que se está arrepintiendo…
     Yo me confieso pecador, procuro cometer las menos faltas posibles, y con cada amanecer oriento mis ideas por intenciones de amor y bondad en cada sitio y en cada momento…
     En esta mañana de domingo estuve hojeando, y leyendo el cuadernillo de poesías Yo pecador, escrito por Arturo Álvarez D’ Armas, que tuvo la gentileza de enviármelo con su esposa, Lesbia, y ella en una mañana frente a la sede de la Universidad Rómulo Gallegos de forma muy cordial me hizo llegar tal don; y quiero ofrecer a ustedes, amigos, la poesía que aparece en la página 15, edición de Viento del Sur Editores, Editorial La Espada Rota, Colección Letras al Viento

                             Mi vida es un rocío
                             suspendido entre hojas de árboles.
                             Al igual que Ulises
                             en la orilla del río
                             veo la bora como sirena sumergida

                             lluvia espesa
                             aguas cambiantes
                             en su rugir          
                             corren sin cesar
               
                             iluminado por la luna
                             voy protegido por mis libros
                             mientras el agua
                             se desplaza hacia el infinito.