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viernes, 25 de enero de 2013


Alberto Hernández

     La escritura de Alberto Hernández busca descifrar los misterios de la noche… Se adentra en la distancia entre la ciudad y el llano… A veces se vuelve erótica sin ser grosera, canta las formas de mujer y los encantos del amor…Si andamos sus letras nos invita a andar y a desandar el mundo de las preguntas y de respuestas que siguen aleteando en el viento…Por momentos se ovilla en las sombras, retorna a las luces del alba y al romance de la amada… Son palabras que trascienden la prosa y se tornan versos en pieles, miradas y aromas…
     Alberto Hernández, poeta de Calabozo y del mundo, transita con su mirada triste, preguntona y decidora, nos habla de las cosas sencillas, cotidianas en verbo de galanuras…En este papel dibujo significados buscando su poema y su música…En letras despliega hogueras memoriosas y torna al canto insomne de la noche: “asunto de pasear por la sombra y tropezar con tu aliento”…Nos transmite signos de vida, mas también nos recuerda el norte que nos lleva a la muerte…Como hombre de mundo y de lecturas hojea y ojea galerías de autores universales: ronda el estruendo bélico y erótico en Homero, se hunde en el mundo de ambición, poder y muerte en Hamlet, elogia silvas telúricas y lo desvela el estro amoroso de Safo…Se adentra en el pasado y lo asombra el recuerdo…Alberto se busca en lo interno, filosofa a lo socrático, y nos entrega ecos de ausencias y regresos… Anda sumido en su sombra, se encuentra en el espejo, se cuela en la arena del tiempo, se hace vértigo y espera…Esos vocablos en clave, como acertijo o metafísica que humaniza a Dios y nos recuerda lo feo y grosero de tantas cosas…Y en un momento se topa con esa revelación sublime: el silencio…Y siempre la presencia de mujer en sus ojos de poeta, la mujer danzante en el tiempo, en su hermosura de acercamiento o de desdén…Y se encumbra en voces, luces y sombras, y en el tiempo y en el canto de aves, y en la vida que es muerte y amenaza…
     Leamos, sintamos el canto de Alberto Hernández:
                      “Hacia dónde se dirige la noche Qué espacios ocupa
                       en el vació Qué horror nos contiene al descifrarla
                      
                       aléjate
                       de tu sombra:
                       vuelve al espejo
                       donde
                       el tiempo
                       aquel interior intacto
                       es vértigo
                       y espera

                       después del cuerpo
                       emigran
                       las miradas:
                       horas de litigios
                       tardes
                       revelaciones
                       estaciones para obedecer
                       al silencio

                       por el ángulo más estrecho
                       te ves y te alejas:
                       este hondo espacio
                       entre el sol y la muerte

                       Queda un lugar para la luz y la despedida: allí, sin pensar,
                       deambulas por el espejo
                       Hay una vieja costumbre que nos desaparece y nos acosa:
                       ventanales solos de hace milenios, la imagen de la
                       mujer en el patio, con el poema en las manos y la mirada
                       perdida en la figura que se aleja sin ella”


Alberto Hernández en su libro de poesías Nortes. Grupo Editorial Sobrevivientes Asociados. Maracay.