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viernes, 23 de agosto de 2013

A vivir y a soñar


A vivir y a soñar

     Cada día acepto la invitación afable de la naturaleza, admiro el paisaje en la distancia, luego me adentro en él, no me cansa mirar los diversos colores y dibujos en las mariposas, me sorprendo con su ingravidez, y más allá un malabar pleno de flores, y unas margaritas con sus perlas auriblancas, y los azahares del jazmín y de los limoneros, y los rayos de sol filtrándose entre el follaje, y los pájaros regalando sus variados trinos; y les digo, hoy amaneció lloviznando y se siente alegría vegetal y animal, las gotitas se suspenden en las hojas, las nubes muestran sus blancos grisáceos, y a lo lejos los relámpagos, y al rato el retumbar de los truenos…
     Cuando viajo, me divierto mirando el paisaje, desde el carro los árboles pasan y las montañas parecen que se van alejando, y los colores de las plantas y de los animales, y los espejismos de la distancia, y los cauces de agua y los diversos cantaditos de la gente cuando habla…
     Cada vez que puedo me invito a pasear y a viajar por la geografía de mi país, me entretengo con cada detalle, con cada vista y con los decires de la gente, los que se lamentan, los que protestan, los que lloran y los que sonríen y saludan…
     Algunos ejecutivos y oficinistas se creen muy serios, y no hacen caso de las delicias de la naturaleza, también médicos, ingenieros, abogados, docentes, políticos ignoran las bondades y bellezas del medio ambiente; Dios quiera y se den cuenta de que la vida es colores, olores, sonidos y tantas manifestaciones de sabores y sentires…
     Yo los invito a ustedes lectores para que se dejen llevar por los encantos de la naturaleza, se bajen del carro, se quiten los zapatos y dejen que el agua de algún riachuelo les bañé los pies, y aspiren los olores de la hierba y los que lleva la brisa, y jueguen con sus hijos, y revuélquense y corran, y rían y déjense caer, y abrácense y díganse que se quieren, y a la orilla del camino tómense una taza de chocolate y muerdan las arepas de maíz o de trigo con queso llanero o ahumado,; yo los invito,, porque es la naturaleza la que cada día nos invita a vivir y a soñar…